no, no es Topofília

Cuando recién llegue a Valparaíso me cargaba, hace exactamente 19 años.... uff como pasa el tiempo, de verdad no me gustaba nada pero era por una razón muy práctica, acá no podía andar en bicicleta. Con el tiempo me fui enamorando del Puerto, no, no es topofília creo que soy bien objetiva en mi análisis.

En fin algunos años más tarde cambie la bicicleta por los carretones, si, los carretones con los que nos tirábamos cerro abajo con mis amigos, en fin era un poco menos civilizado pero mucho mas entretenido, poco a poco fui adquiriendo costumbres porteñas como hacer el judas y cantar el cántico famoso "una monedita pal judas, una monedita pal judas.... ja ja ja grandes recuerdos, hacer año tras año el típico paseito en lancha con mis compañeros de colegio durante el mes del mar, ir a ver los desfiles y por supuesto el año nuevo en el mar!

Ya más crecidita y con otros intereses de por medio, comenze a vivir un poco más la ciudad, ir los domingos a la feria de las pulgas y después pasar a la feria de los cachureos donde encuentras de todo desde un libro, hasta el celular que te robaron el fin de semana, por supuesto con el típico mote con huesillos a la pasadita.
Ahora las costumbres han cambiado un poco, los paseos son mas bien nocturnos, Valparaíso ciudad patrimonio del carrete, habrá alguna otra ciudad con tantos after como en Valparaíso?, en realidad ese es un descubrimiento reciente, un vino en una escalera mirando el mar? Alguna chorrillana o un mariscal para pasar la caña?.

A pesar de todo estoy acá con ganas de partir, sin embargo estoy segura que no es por mi maldito puerto, sino por las ganas de viajar con las que nacen algunas personas, mi teoría es que habemos dos tipos de personas en la vida, las que nacen con alas y las que no...adivinen en cúal estoy yo...

Pronto un análisis mas objetivo y no tan auto referente nos vemos