jueves, 27 de agosto de 2009

Crónica epistolar en tiempos de guerra (2)


“…tu silencio es mi noche…”
Los Kjarkas

El guerrero se vuelve a marchar
El campo de batalla lo espera
Lo aleja, lo enajena, lo embarga
Dejando detrás de sí un séquito de lágrimas
Burbujas líquidas de soledad implícita
Malditos tiempos de guerra
Que nunca terminarán
Porque así es nuestra naturaleza
Porque así nos profesamos
Satisfechos
Porque así fue la génesis
(de nuestra historia)
Ciclos bélicos de leyendas conocidas
Reacciones cotidianas, coloquiales
Tan perversas como familiares
No obstante mi cuerpo se ha cansado
Mis ojos exiliados y rotos
Sucumben ante el placer
Del tiempo de tregua
Mágica temporada
Furtiva, errática, casi estacional*
Sin embargo mi corazón
Por poco seco y vacio
ya no puede mas
Mis manos agotadas
De recogerlo una y otra vez
Pedacito a pedacito
Me detienen ahora
Y en la oscuridad
De alguno de mis días
Mis pasos marchitos
Igualmente se detendrán
Al fin y al cabo
El campo de batalla
También espera por mí

No hay comentarios.:

Publicar un comentario