martes, 19 de enero de 2010

Transhumante

Pálido y secreto sentado en la penumbra
Rodeado por el tibio y nauseabundo
Olor a humedad, oscura humedad
Repasa una y otra vez el cristal que
Convoca y atrae su profunda soledad
Su cabello cano recorre rebelde
Hasta más abajo de sus hombros
Convirtiéndose en el abrigo incondicional
Que lo ha amparado durante años
Es la fotografía final, póstuma y cotidiana,
de un día eterno, que se repite una y otra vez
y otra vez
incesante en la diametralidad de su oposición
búscandole verdad a sus mentiras
tratando de discernir entre su mundo creado
y la realidad
Viviendo en el sueño de saberse humano
Pero despertando constantemente
Ante el confrontamiento de su retórica lasciva
Infecciosa y vil
Con su verdad, o con su mentira
Convirtiendo esa rutina perpetua y tediosa
En el karma saguinoliento y obsecado
que por traidor está condenado a soportar.

2 comentarios:

  1. ¿a los traidores les pesara la conciencia o creeran realmente haber contribuido a una "causa justa"?

    Que bueno haberme topado con tu blog, muy interesante.

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  2. Traición y traducción tienen la misma raíz. A veces, hay sujetos que dicen cosas y sienten otras, a esos, que traicionan, debes traducirles. Y como dijiste, es el karma el que se encargará de la condena.

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