jueves, 10 de enero de 2019

Ritual



Enciendo un cigarrillo 
estás ahí, justo como te recuerdo.
Nunca me fui...

Camino lejana, ausente, perdida, 
pero sigo aquí
en el único lugar dónde tu proyección y la mía se unen
Mi deja vu es tenerte, 
efímero o eterno
y que el mundo ya no importe
Dónde los tuyos y los míos se detienen
Dónde todo lo extraño a estas cuatro paredes incendiarias se congela
Te converso, te escribo, te ruido y  te silencio
Te nombro, te nombro, y te vuelvo a nombrar
Una y mil veces 
Y otro millón de veces más, 
Te sostengo, 
Tú me lanzas, cómo siempre lo quisiste 
Entro en tu pupila como antes
Y el universo se vuelve a quebrar
Ya todo es comunión
 silencio
Mientras la noche se parte en dos, 
se agiganta infinita 
y caen las estrellas a pedazos
me ardes, me atas, me tocas
Me dibujas a tu manera, intentando hacer eterno el momento
Me deshojas como a tu libro más preciado
Y yo me dejo 
Apacible, 
En la paz que siempre busqué
Afirmada de tu mano entrelazada
Trato, una vez más, de quedarme ahí para siempre
Indeleble como el primer amor
Escondida, clandestina, furtiva y furiosa
Etérea, 
Húmeda,
Explorada..

Sin darnos cuenta hemos consumido el lugar, 
y seguimos vivos como siempre
Hambrientos de tiempo 
ávidos de besos y abrazos, 
de esos que no sacan pedazos
El retorno es inminente, 
nos aplasta
nos devora y nos vomita en cada nueva temporada 
El caos nunca nos alcanzará 
El cigarrillo se ha vuelto a apagar,
Debemos volver…
Pero sigo ahí, a un paso de romper el cristal 
Como tu bien lo sabes, en cámara lenta
Sigo ahí.

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