Más vieja que los pasos de mis pies
Más sonriente que mis propias lágrimas
Niego…
Niego hasta el más trivial espacio de tristeza
Y me derramo en cada letra que te piensa
En cada pulso de estas cuerdas vocales que vibran tu nombre
Y ya no puedo escribir sin llorar
entro en trance
me masturbo constantemente con tu recuerdo
Con tu olor a vihuela vieja,
con tu gélido ceño
Con tus candentes manos
Con tu abyecta indiferencia de niño solitario
De hijo tardío, de hermano recién aparecido
Germino, me entumo, me acurruco
Me deslizo, como si no hubiera mañana
Como si todo lo que alcanza a ver mi mirada
Se acabara contigo
Te pierdo día a día
Pero te vuelvo a encontrar
Te enraízo a mis caderas
Árbol perenne que hojas caducas en mis longevas pestañas
Pétreo deseo sedimentado en vidas pasadas
Bendito sea el karma que te trajo hasta mi.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario